La reducción de pecho o mamoplastia de reducción es una intervención quirúrgica que busca reducir el tamaño de los senos en las mujeres, mediante la eliminación de tejido mamario, grasa e incluso piel.
La cirugía se realiza bajo anestesia general de la paciente, y por lo general, la intervención no suele alargarse más de dos 0 tres horas, llegando a ser cuatro en total hasta que la paciente se empieza a recuperar de la sedación.
Después de la cirugía de reducción de pecho, se darán al paciente instrucciones postoperatorias. Generalmente, si se siguen todos los pasos, en unas semanas se podrá recobrar la actividad diaria con normalidad. Sin embargo, no se recomienda realizar ejercicio físico intenso o actividades que impliquen cargar mucho peso hasta pasados los tres primeros meses de la intervención.
- Desde el momento de la salida de quirófano, se colocará en el pecho un sujetador postoperatorio que deberá ser utilizado durante el primer mes.
- Durante los seis primeros días después de la intervención, se suministrarán analgésicos y antibióticos vía oral.
- Tras la primera semana, se realizará la primera cura de las cicatrices.
- Generalmente, a las 2 o 3 semanas, se retirarán los puntos de sutura.
La reducción de pecho puede reportar muchas ventajas para la mujer que se la realiza, como por ejemplo:
- Mejora de la autoestima y seguridad en sí misma.
- Eliminación de dolores crónicos causados por el peso de los senos en hombros y espalda.
- Modela el cuerpo y evita descompensaciones físicas.
- Se elimina tejido graso de las mamas.
- Mayor movilidad y capacidades físicas en la mujer.
Cuando se retira el vendaje, en los primeros días después de la operación, podemos ver por primera vez los resultados, pero no son los reales.
Debemos tener en cuenta que durante el primer mes, la zona del pecho está todavía inflamada y debemos dar tiempo para que nuestro cuerpo se recupere. Los cambios visibles se empiezan a observar a las cuatro semanas de la cirugía.
Al principio, las cicatrices por reducción de pecho pueden parecer alarmantes, puesto que están rojas e inflamadas. Sin embargo, esto es completamente normal y forma parte del proceso de recuperación de la operación.
Pasadas las primeras semanas y habiéndose realizado las primeras curas, las cicatrices comenzarán a hacerse más invisibles, llegando a no distinguirse por completo con el paso del tiempo. Esto se debe al uso de las técnicas de cirugía más avanzadas.
Las candidatas ideales para una reducción de pecho son todas aquellas mujeres que quieran mejorar su calidad de vida, ya que debido al tamaño de su pecho están sufriendo dolores y limitaciones físicas. Por ejemplo, serían candidatas ideales aquellas personas que:
- Sufran dolores de espalda y hombros crónicos o muy recurrentes por el peso del pecho.
- Sufran problemas de autoestima debido a la descompensación de esta zona de su cuerpo con el resto.
- Problemas de contracturas, hormigueo o entumecimiento de brazos y cuello por mantener una mala postura debido al peso.
- Imposibilidad o dificultad de realizar actividades físicas sin sentir dolor o molestias.
Antes de realizar una cirugía de pecho, es importante tener en cuenta los motivos por los que quiero realizar esta intervención, para explicárselo todo al cirujano encargado de la operación.
De esta manera, él será el encargado de asesorarnos cuánto tejido debemos eliminar, qué técnica es la más idónea de aplicar y cuáles serán los pasos previos a seguir antes de la cirugía.
Sí. En la mayoría de los casos, las mujeres que quieren reducirse el tamaño del pecho son por razones de peso. El peso de los senos también hace que se caigan y pierdan su forma natural, por lo que, además de reducir su tamaño, se elevarán para que cuenten con el tamaño y forma perfectos.